Sinopsis
Se trata de una obra comprometida y de fuerte carga simbólica que aborda uno de los grandes problemas ambientales de nuestro tiempo: la contaminación de los océanos por los residuos plásticos. A través de una poderosa propuesta visual y escénica, la pieza presenta la imagen impactante de una isla construida íntegramente con desechos plásticos, convertida en metáfora del exceso, la indiferencia y las consecuencias del consumo desmedido.
La obra invita al espectador a reflexionar sobre la huella ecológica del ser humano, mostrando cómo los objetos cotidianos —botellas, bolsas, envases—, una vez desechados, terminan conformando un paisaje artificial que sustituye a la naturaleza misma. Con una estética cruda pero poética, la representación combina arte, denuncia y conciencia medioambiental, buscando despertar en el público una mirada crítica y una responsabilidad colectiva ante el deterioro del planeta.
Más que una simple puesta en escena, es una llamada urgente a repensar nuestra relación con el entorno, un recordatorio de que el plástico, símbolo del progreso moderno, se ha convertido también en emblema de nuestra crisis ambiental y de nuestra incapacidad para convivir en equilibrio con la Tierra.

